El proceso de registro y lo mínimo necesario para un buen UX.

Si me permiten unos segundos…

Primero que todo, quiero contarles que esta es la primera vez que escribo acerca de un contenido que me interesa profesionalmente. Quiero colaborar con mis experiencias, pensamientos, diseños y conclusiones acerca de la creación de interfaces e interacciones digitales entre dispositivos y percepción humana. Espero que este primer contenido escrito (ya he compartido en audio en los podcast) les parezca interesante y puedan compartir conmigo sus opiniones y críticas acerca del tema. Les agradezco su tiempo.

En el constante ejercicio de navegar y recorrer nuevos sitios, plataformas y apps, a veces para buscar referentes o simplemente por entretención, me he ido encontrando con un sin número de variables para la misma acción: Registrarse.

Creo si estas leyendo esto, de seguro alguna vez has pasado por un proceso de registro. Y hoy en día prácticamente no existe web, app o servicio importante que no requiera algún registro de nuestra parte. Al inicio y durante el boom de los largos y engorrosos procesos de registro, probablemente paso por tu cabeza esta frase: “Es absolutamente innecesario registrarme para lo que realmente quiero hacer” o “Sólo quiero pasar a mirar”, pero el afán de algunas empresas web en recopilar los datos de los usuarios, ya sea para usarlos de forma “inteligente” (un tema por si solo) o hacer negocios con ellos, nos obligó a pasar por interminables campos de textos y posterior identificación, para recién comenzar a hacer algo. Afortunadamente, en muchos de los casos tenemos registro y login asistido con redes sociales, pero en otras ocaciones debemos lidiar con un flujo ideado únicamente para satisfacer las necesidades del sitio, y estas pueden ser muchas y muy diversas. Acá es donde me quise detener. 

Sigue leyendo “El proceso de registro y lo mínimo necesario para un buen UX.”